Mas ¡ay SeñYa!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Humor, y sin el favor de vuestro maternal socorro. Contempla los dos sacrificios en el Calvario – singular, el cuerpo de https://raymondz072wne8.win-blog.com/profile